lunes, 11 de marzo de 2013

Comentario de Opinión: Luces y sombras del ex presidente Hugo Chávez


               

    No es fácil dar una opinión ecuánime basada en la sensatez de un tema tan contaminado de información y expectativas  como en el caso del ex presidente Hugo Chávez, quien indudablemente con su desaparición física florece  un protagonismo en donde produce un antes y un después en ese país hermano. Pero son varios los parámetros a tener en cuenta. Quizás lo más positivo de su gestión fue a que ayudó con su política un tanto autoritaria, a que miles de venezolanos salieran de la marginalidad, y es justamente eso lo que ha creado una pasión por su figura tan carismática y batalladora que se catalizó   en millones de hombres y mujeres pobres,  que con anterioridad a su aparición se encontraban marginados, desprotegidos, ignorados.

  Lograr lo que logró en este aspecto hizo crecer enormemente su figura,  porque para todas esas personas  fue esperanza y  justicia ante una parte de la sociedad clasista y en gran medida privilegiada, en donde los grandes capitales juntos a  los venezolanos infectados por la corrupción se enriquecían ante las narices de los pobres. Chávez inicia un camino de justicia social que marca un rumbo nuevo y abre un horizonte de grandeza para millones de postergados lo que es altamente loable  y engrandece su liderazgo.
    Ahora bien,  todo esto junto no asegura la continuidad correcta de una república porque existen aristas muy reprochables  de gran parte de la sociedad hacia ese liderazgo. Uno de los aspectos  que ofrece vulnerabilidad es la interpretación del pensamiento de Simón Bolívar, uno de los padres de la emancipación americana y líder indiscutible por su grandeza, pensamiento con el cual Chávez  amalgamó la revolución bolivariana.
   Vale destacar que Bolívar deja varias máximas de su pensamiento   en donde el presidente Chávez sostiene y adherirse a ellas hasta el final de sus días para alcanzar su objetivo,   quizás la que más lo haya inspirado es cuando el prócer escribe: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad” (palabras de Simón Bolívar), y justamente contra la “libertad” que propone EE.UU. condicionada por lo económico y el  desarrollo de las grandes monopolios, es lo que el presidente Chávez luchó a capa y espada para combatirlo y desterrarlos de su país;  además intenta   ejercer esa influencia a toda la región y eso fue parte de su “revolución Bolivariana” que trató de expandir por los países vecinos. Pero en la interpretación de los próceres no todo es color de rosa, hay otras facetas merecedoras de ser incorporadas en este análisis cuando el mismo Simón Bolívar dice: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo Ciudadano el Poder. El Pueblo se acostumbra a obedecerle, y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía.” Y en otra máxima dice: “Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos”.

   Aquí vemos claramente como la revolución Bolivariana se tropieza en gran medida  con las mismas máximas del prócer de la patria. Así es como deducimos que no todo es cierto que Simón Bolívar pensaba como Chávez, o que Chávez le fue fiel al pensamiento de Bolívar.  Por lo tanto se puede considerar que este camino tomado no está fuertemente cimentado en la historia y se puede tornar peligroso e inseguro porque se ha adulterado la capacidad de interpretar un pensamiento prócer y lo queremos adaptar solamente a “nuestro momento político”, corriendo el riesgo que no tenga futuro, porque puede interpretarse en muchos aspectos como mentiroso.
   La interpretación de los próceres para hacer y marcar las pautas de una revolución  no es algo tan sencillo de adaptar en nuestros días, y por más apasionamiento que exista, este se puede tornar peligroso porque un país precisa, con la verdad en sus raíces históricas, progresar y organizarse para ser eficiente en un mundo cada vez más competitivo y  esto no se logra con palabras ni discursos rimbombantes.
 
   Es así como ocurre en distintos países, que desde las tribunas políticas, muchas llenas de fanatismo y faltas de sentido común, se pregonan demasiadas mentiras para atrapar a un pueblo un tanto incauto y no cabe duda que tarde o temprano el gobierno cae en decadencia, pero lo peor que es una decadencia que no se asume, siempre se le echa la culpa al adversario interno o externo en lugar de asumir la responsabilidad suprema. Es aquí adonde queda al descubierto la falta de grandeza y desprendimientos de los funcionarios. En definitiva los patriotas faltaron a la cita.
   Muchos países pretenden ser revolucionarios y no perciben que la mayor revolución es trabajar para la paz y hacerlo con respeto inclusive al adversario. Hoy vemos florecer miserias políticas en tantos gobernantes que son verdaderamente escandalosas, y lamentablemente aplaudidas con la sinrazón por una parte del pueblo, porque no nos damos cuenta que el pueblo -que somos todos- muchas veces por estar desinformado o desorganizado se equivoca, y es así como en la historia de los países observamos la cantidad de dictadores  que llevamos al poder. Por lo tanto debemos entender sin apasionamientos, que hay muchas mentiras en los líderes políticos y en los gobernantes porque la realidad tiene otra cara, más allá que hay funcionarios honestos pero se observan que siguen durmiendo la siesta.

    Latinoamérica está conformada por un grupo de países en varios aspectos muy desorganizados. Está muy lejos de la realidad lo que se pregona que “Latinoamérica está Unida”. Lamentablemente no es así, al contrario, existen enormes diferencias que nos separan. No todos los países tienen el mismo convencimiento ni en sus sistemas de gobierno, ni en su manejo de la economía, ni en su organización interna, ni en su manejo de las relaciones internacionales por lo tanto no es tan simple organizar un bloque de naciones que apunten a consolidar una posición de peso en esta parte del continente.
 
   En este aspecto el ex presidente Chávez hizo un gran intento porque pensó en una Sudamérica unida. Muchos formaron un eje como Ecuador, Bolivia, Argentina  y por supuesto Cuba, pero claramente que es un eje en donde son muchas la naciones que lo pueden respetar pero no compartir  y eso es lo que ocurre, además  lamentablemente el “eje del mundo” recorre otras directrices  y no es fácil variarlo en su órbita. Quizás el presidente Chávez aplicó y arrebató su estrategia, creo amigos, pero también muchos enemigos, muchos de los ciudadanos pueden estar de acuerdo con su gestión otros la condenaran, lo importante es no perder respeto a un hombre que trató de ayudar en su patria a los que menos tenían y en eso hizo mucho. “Dicen que el valor del hombre se mide por el balance de sus aciertos y errores y no por la falta de errores de quien no fue capaz de tener aciertos.” En definitiva La historia juzgara los resultados y seguramente que el mundo debe esperar de que Venezuela sea un exitoso país.

Walter Bonetto
11 de marzo de 2013
http://walterbonettoescritor.blogspot.com
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