miércoles, 7 de mayo de 2014

El Nacimiento de la Industria Automotriz en Argentina

Por el año 1950  nuestro país agropecuario  carecía de  una adecuada movilidad mecanizada tanto en el transporte para el comercio y el agro lo cual dificultaba el funcionamiento de las actividades económicas y empresariales que esas épocas demandaban. Por aquellos años el mundo, especialmente Europa y EE.UU  recién salían de una dolorosa guerra  y el viejo continente todo lo debía reconstruir; sus industrias se organizaban lentamente para   atender sus propias prioridades, por lo tanto la exportación de vehículos se encontraba restringida. El gobierno argentino realizó diversas gestiones para lograr que alguna industria extranjera  se instalara en el país con una planta adecuada para producir vehículos pero no se lograron resultados.

    Ante esta situación  el día 30 de noviembre de 1951  se creaba en el Ministerio de Aeronáutica  la “Fábrica de Motores y Automotores” lo que fue luego la Fábrica de Automóviles que funcionaria en los terrenos del límite sur de la Fábrica de Aviones, y el 24 de diciembre de este mismo año es aprobado el primer plan de construcción automotriz argentino. Para este desarrollo se autorizó una inversión inicial de diez millones de pesos moneda nacional, lo cual no era significativo con relación a las inversiones que el programa requería.

   Un seleccionado equipo de ingenieros y técnicos trabajó en este programa con mucha intensidad bajo la dirección del Brigadier San Martin quien fue el gestor de esta industria y efectuaron la elección  de los modelos. Por razones presupuestarias se tuvo que tomar la opción de fabricar vehículos “con motores de dos tiempos” refrigerados por aire,  dado el mayor costo que ocasionaban los de cuatro tiempos, a pesar que inicialmente se había pensado aplicar estos últimos, pero por la falta de recursos económicos  debieron ser descartados.

     El Brigadier San Martin, ingeniero aeronáutico director de las Industrias Aeronáuticas  y Mecánicas del Estado (IAME)  se inspiró  en el automóvil alemán DKW, que estaba motorizado con ese sistema, para lo cual se designaron a los ingenieros Monserrat y Barsesat para trasladarse a Montevideo y adquirir un par de estos vehículos último modelo, los que serían desarmados en la Fábrica Militar de Aviones y se les realizaría el  estudio de factibilidad tendiente a lograr un modelo argentino con diseño propio.

   Proyectistas, dibujantes, ingenieros, mecánicos, fueron examinando cada pieza del motor hasta que al final luego de miles de hora de trabajo  se logró de manera definitiva consensuar el diseño de tres vehículos utilitarios con estilo propio: Una chatita de carga para 500 Kg; un auto sedan de 2 puertas y otro modelo rural, todos equipados con motores de dos tiempos y de dos cilindros construidos en la Fábrica. Para todo esto se trabaja en tres turnos continuos con el fin de realizar la matricera de motor y carrocerías, mientras que se adquiría en Buenos Aires una planta de pintura,  más de un centenar de máquinas herramientas y una prensa de 2500 tonelada para el estampado de componentes, organizándose  de este modo la primer línea de montaje que funcionó en hangares de aviones destinado para esas actividades. El 23 de febrero de 1952 se ponía en marcha el primer motor de diseño nacional para automóviles “INSTITEC”  (Instituto Técnico) de dos tiempos, dos cilindros con 700 cm. cúbicos de cilindrada tenía 24 CV de potencia de 4500 RPM, además se fabricaba un motor de mayor capacidad con 34 CV y 800 cm cúbicos de cilindrada.

    El  1 de mayo de 1952  se abría con mucho orgullo  para todos los argentinos en el edificio YPF de la Capital Federal la “Primera Exposición de Automóviles Argentinos”, donde se presentaban los tres modelos desarrollados: la Camioneta de carga, el automóvil sedan y la rural. Estos fueron los inicios de la industria automotriz nacional que se había logrado con tanto empeño y también dando una amplia participación a la industria privada. En  el año 1953 se producen en Córdoba la primera serie de 1000 vehículos; durante los primeros diez  años de fabricación se sacaron al mercado algo más de  8000 vehículos. Con relación a  los motores originales que equipaban los mismos, en la medida que avanzaba la producción se los fue mejorando, construyéndose  nuevos modelos que permitieron superar su rendimiento con relación a  los primeros. Dentro de esta serie se lograron diversos vehículos y motores muy revolucionarios como el IAME V8, también refrigerado por aire y varios modelos de automóviles especiales y deportivos que causaron admiración. Es indudable que los vehículos “Institec” lograron  laureles por aquellos años en que nada había,  demostrando   la capacidad de los argentinos en esos desarrollos,  los cuales posteriormente fueron las bases para que se instalara en sociedad con el IAME  las Industrias Káiser Argentina “IKA” y Fiat Concord que continuaron con la producción en gran escala.

Walter Bonetto
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