domingo, 16 de agosto de 2015

Ingeniero Agrónomo don Aldo Rudi

 Estamos ahora en  el ciclo de los referentes haciendo una entrevista con otro profesional que se desenvuelve en  nuestro medio  y  la región, quien posee una amplia y destacada  trayectoria por su importante  labor desarrollada. 

Es un honor  hacerle un reportaje al Ingeniero agrónomo Don Aldo Rudi,  quien cuenta con sesenta años de matrícula profesional y de constante trabajo especializado en el rubro.  Egresado en el año 1948 como Bachiller Nacional   del Colegio La Salle de la ciudad de Córdoba. En el año 1956 se graduó  como Ingeniero Agrónomo en la Universidad Nacional de La Plata. 





                                                                                                                                                                                                                "...LA VIDA ES                                                                                                       PRECIOSA, LO QUE HAY                                                                                             QUE HACER ES CULTIVARLA,                                                                                   ES UNA FLOR QUE TIENE PERFUME 

    Y ES BONITA PARA VERLA, 
PERO HAY QUE CUIDARLA"... 



Citamos solamente algunos de sus cargos y funciones vinculadas con su importante y destacada actividad:


Inspector Fitosanitario del Delta del Paraná. Servicio Fitosanitario del Ministerio de Agricultura 
de la Prov. de Buenos Aires.

Socio fundador de AGROVET S.R.L., Organización de Profesionales de Agronomía y Veterinaria.

Socio fundador y director técnico de PANOJA S.R.L., Empresa dedicada a la producción de semillas híbridas y forrajeras. Miembro de la Comisión Forestal de Córdoba.

Socio fundador y presidente del Consorcio para la Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, de Río de los Sauces, Cba.

En diciembre de 1998 se incorpora como Sub-Coordinador al Proyecto Forestal de Desarrollo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Asesor de innumerables establecimientos agropecuarios y proyectos forestales  de la región y provincias vecinas.


Muy buenos días, es un placer hacer este reportaje a un destacado agrónomo  como es usted ingeniero.

—  Buenos días señor Bonetto  y muchas gracias por su visita.

El agradecido soy yo, la verdad que me impactó su trayectoria, he escuchado algunas de  sus charlas y me di cuenta de su profesionalidad, sus conocimientos  y su preocupación por el medio ambiente, además de su constante y trascendente trabajo profesional.

—  Toda mi vida la he dedicado a esto, así que lo hago con placer.

Ingeniero, voy a comenzar preguntándole ¿Dónde fue su niñez? 
—  Fue en un pueblito muy lindo, en Olaeta, fue uno de los tantos pueblos que se hicieron al haber el nuevo ferrocarril en el año 1900. Era lindo ser niño en Olaeta en aquellos años, teníamos la libertad, no existía el peligro tengo buenos recuerdos de la vida en aquel lugar.

¿Su papá era médico?

—  Sí, así es, recibido en Italia y vino acá en el año 1924, haciendo una residencia conociendo lo típico de la medicina argentina y lo hizo en dos hospitales, donde conoció a un terrateniente de Olaeta, la familia Castagnino, que tenía una estancia muy grande, llamada “La Rosa” y fue este terrateniente quien llevó a mi padre a Olaeta ya que necesitaban  un médico. En la zona no había ninguno, por lo tanto atendió a toda la región y fue una figura muy conocida.

¿Cuántos hermanos eran?

—  Yo fui único hijo y no me pude criar mucho al lado de mi mamá, ya que en Olaeta había solo primer y segundo grado, por lo que mi papá buscó un colegio, el “Lasalle” en Córdoba, allí fui hasta sexto año, por lo que estuve diez años lejos de mi familia.

¿Fue duro para usted estar alejado de su familia?

—  Los primeros años fueron muy novedosos para mí, pero al tercer año ya empecé a sentir un gran dolor  por haberme alejado  de mis padres y de mi pueblo.

¿Cómo despierta su inquietud por la agronomía?

— Los tiempos en mi casa desde mi infancia era compartir con mi padre, ya que el consultorio estaba en la misma casa; para entrar debía pasar por la sala de espera en donde ahí  conocí a todos los chacareros y gente del pueblo que concurrían al consultorio. Me integré muchísimo con toda la gente de ese lugar, gente muy buena y trabajadora. En esa época había enfermedades muy graves, como el tifus, cuando aparecían estos casos, si era posible mi padre me mandaba a alguna chacra o  estancia conocida unos diez o  quince días para estar lejos de algún posible foco de contagio, por eso pasé mucho tiempo al lado de productores emblemáticos. Todas las experiencias que viví con estas personas me ayudaron a llevar a cabo mi vocación.

Ingeniero, ¿usted llevó a cabo sus estudios en la universidad de La Plata?

— Así es, en ese tiempo había dos universidades para estudiar agronomía, yo  cuando estaba en cuarto año me escribía con el Secretario de la Universidad de La Plata, ya sabía cuáles eran las materias y me tenía que decidir por cuál de las universidades seguir, elegí La Plata ya que para la gente de campo como era yo, era más fácil adaptarse.

¿En qué año egresa de Ingeniero agrónomo? 

— En el año 1954, en este momento tengo 60 años de matricula profesional.

¿Cuándo se recibe viene directamente a su región o está en otro lugar?

— Primero me anoté en una oportunidad que había en La Plata como inspector fitosanitario y había un ministro que renovó todo el departamento con gente nueva, que no había trabajado en otro lado, y por supuesto que tuviese un buen currículo estudiantil. Yo entré al Delta del Paraná. Cuando me estaba por recibir tuve que hacer el servicio militar, haciéndolo con dos años de prórroga, me quedaba una sola materia. Cuando terminó el servicio vuelvo a Olaeta y le cuento a mi padre que me habían otorgado varias becas y que me quedaba una materia para recibirme, pero si la rendía perdía automáticamente el beneficio de las becas porque era solo para estudiantes, una de ellas constaba en trabajar en un aquareturn en la Isla Victoria, por lo tanto le pedí ayuda a mi padre y estuve allí un año lo que fue para mí una gran experiencia.

Usted ha trabajado y trabaja mucho en lo que es forestación, ¿Cómo está el sistema forestal de la provincia, se ha degradado últimamente con los incendios, hay algún plan de gobierno que apoye a la forestación, o estamos en decadencia? 

— Sí, lamentablemente estamos en decadencia, si bien  la provincia tiene una gran vocación forestal el objetivo no fue mantenido. En el año 1958 teníamos una importante  ley forestal, muchos años después se perfeccionó con otra ley con mas respaldo técnico y jurídico que contempla a una gran cantidad de beneficios incentivando a la forestación, pero ahí fallamos  no se mantuvo el objetivo, hemos perdido a un instituto forestal nacional porque nuestros ministros de economía quieren manejar todo, sean del partido que sean y así las cosas no funcionan faltó entendimiento entre la nación y la provincia y lo que hizo  uno lo cambió el otro, o no lo continuó.

¿Cree que el problema de los incendios forestales se pueden prevenir?

— Sin ninguna  duda que se pueden prevenir. Debo decir que hemos progresado muchísimo con respecto al control de incendios, pero falta la didáctica, enseñar, saber qué hacer y esto lamentablemente no se ha logrado totalmente, nos falta mucho.

¿Qué opina de la degradación del río Cuarto, cree que va a haber una salvación con respecto a la contaminación de nuestro río? 

   Es preocupante. Nosotros trabajamos y  tenemos un proyecto para presentar en estos días en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Río Cuarto. La Asociación de Ingenieros Agrónomos tiene muy en claro lo que es el agua, conocemos como se debe  manejar  el agua, y entendemos que el balance hídrico de un cultivo es fundamental. Hay que realizar un proyecto de tratamiento y lo estamos proponiendo con la “laguna facultativa”  conservando el agua que tiene un valor muy importante, tratando de que el agua contaminada no vuelva al río que es lo que se debe lograr.  Cuando yo era chico Río Cuarto tenía un orgullo que lo palpé cuando mi profesor me dijo: “Usted que  es  de Río Cuarto debe saber lo fantástico que es tomar el agua del río por gravedad, filtrarla, llevarla al tanque, repartirla, y luego las cloacas por gravedad comienzan el tratamiento”. Era una obra de ingeniería ejemplar y admirable lo que teníamos en Río Cuarto que lamentablemente ahora ha decaído.

¿Cuál es su opinión sobre los transgénicos? 

Es ciencia e ignorancia. La diferencia es que antes la naranja (por un decir) salía de la planta, de la naturaleza, ahora la maneja el hombre y así infinidad de cultivos  pero hay ciencia detrás de esto.

¿Cuántos hijos tiene ingeniero?

— Tengo un hijo varón, y una hija que está casada en Venado Tuerto, con tres niños, que los disfruto mucho.

¿Qué les diría a los jóvenes? 

 — Que la vida es preciosa, lo que hay que hacer es cultivarla, es una flor que tiene perfume y es bonita para verla, pero hay que cuidarla, primero hay que cuidar su salud y tener su disciplina y hacer cosas que le sirvan y le gusten a uno, porque cuando alguien hace algo que le gusta es una locomotora que no para. Y que sepan que vivimos en un país que está lleno de oportunidades, nuestra región sobre todo. Y deben tener claro un objetivo que es el de cuidar el agua.

Muchas gracias Ingeniero Don Aldo Rudi

Agosto 2015

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Muchas gracias  Ingeniero 

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