miércoles, 2 de diciembre de 2015

Raíces de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Parte VII)

                                 —Un contacto en Europa para llegar a Perón—

El Presidente Lanuse había llegado a Río Cuarto y firmó la ley 19020 donde creaba la Universidad Nacional,  trasmitiéndose  este acto en  directo para todo el país en cadena nacional desde esta misma ciudad   por LRA1, la radio del estado con sus locutores oficiales, se constituyó este acontecimiento en un acto muy relevante y trascendental para la ciudad y región.

En días sucesivos  La Comisión Pro Universidad siguió trabajando y se reúne el 19 de mayo en la Presidencia de la Nación con el Secretario Privado del Presidente, Señor Edgardo Sajón,  quien entrega en manos la “copia del presupuesto oficial aprobado”, la  que fue recibida por  Jorge  Arriague y Víctor Yoma. Esto se convierte en la luz verde para iniciar la gran obra que debía ponerse en marcha de manera inmediata porque la ley establecía que el 1 de enero de 1972  la Universidad de Río Cuarto debía iniciar  sus actividades.

Inmediatamente se comienza a trabajar para lograr  el espacio físico donde podía funcionar las instalaciones  para lo cual se llama a un “concurso público de oferta de donación”  para obtener el “Campus”.  En el Salón Blanco de la Municipalidad, el 8 de julio de 1971 en importante e histórica ceremonia se da apertura a las propuestas presentadas, resultando favorecida la sucesión Remo Re, que entrega en donación cien hectáreas  en donde se encuentran actualmente las instalaciones.
8 de julio 1971 apertura de sobres adjudicación del "Campus"


De manera casi inmediata se inicia la construcción de los primeros pabellones con techo metálico a dos aguas donde funcionarían las primeras aulas. Mientras se construían estas edificaciones, simultáneamente  se  comenzaban a  formar los jurados para concursos de docentes con académicos enviados por las universidades del país;  a la vez en Buenos Aires,  el Doctor Alberto Taquini,  redactaba el “plan de desarrollo”  en 8 tomos, estos   contenían todo el proyecto de gestación de la Universidad Nacional de Río Cuarto,  y en el mismo se establecía  que esta debía  comenzar a funcionar  el 1 de enero de 1972  con todo su claustro de profesores.

Meses antes  se iniciaron las clases preparatorias  que los futuros alumnos podían tomar  para rendir los exámenes  de ingresos, para esto se usaron las salas de  cines de la ciudad y algunas aulas de establecimientos educativos. Así fue como la universidad comienza a funcionar con 1.500 alumnos de los cuales alrededor de 400 de ellos provenían de la Universidad del Centro,  donde se le adecuó  un programa especial para reconocerle lo cursado a aquellos alumnos de aquel instituto superior que ahora era absorbido por la nueva casa de altos estudios.

Hubo un cambio de gobierno en Argentina, las Fuerzas Armadas entregan el poder  y el 25 de mayo de 1973, asumía como nuevo Presidente de los argentinos el Doctor Héctor José Cámpora,  en donde se había creado el slogan “Campora en el gobierno, Perón en el poder”, dado que este último aún estaba en España  y habían puesto condiciones de residencia estrictas,  que le imposibilitaba presentarse como candidato,  pero tenía total influencia sobre las autoridades  que asumían y se encontraba en gran medida disconforme  con jóvenes infiltrados de la izquierda combativa,  que para el gran líder no eran verdaderos peronistas. Dentro de esos jóvenes existió un grupo  en Buenos Aires con una clara intención de “cerrar inmediatamente la Universidad de Río Cuarto porque había sido creada durante la dictadura” y trabajaban para lograrlo. Aquellos jóvenes de izquierda no trabajaban solos, había en la misma ciudad gente que los alentaba  los cuales estaban en contra de la universidad como ya lo hemos expresado en notas anteriores.
El Ingeniero Roberto Huerta, por aquellos días  vivía en Buenos Aires,  estuvo advertido del letal peligro que sufría la Universidad de Río Cuarto y conocía el “plan de clausura” que estaban preparando,  entonces  trasmite  sobre esta situación    a los integrantes de la Comisión Pro Universidad para que tomaran en cuenta el alto riesgo,  en donde también   se decía que ya estaba en conocimiento del mismo Cámpora,  quien  prácticamente había consentido sobre una inmediata intervención y cierre. Estos hechos ocurrían unos días antes de su asunción como Presidente.

La Comisión Pro Universidad trabajó inmediatamente para lograr  lo que consideraban  una muy difícil salvación,  pero tenían que jugarse con mesura, y energía, todas las cartas. Víctor Yoma tenía un vínculo muy especial con el Doctor Arturo Frondizi,  el cual fue aprovechado,  con la anuencia de algunos  integrantes de la Comisión como el ingeniero Lucchini y el Doctor Martorelli,  se  acudió rápidamente  para buscar ayuda.

Dado que se pretendía que estas gestiones no tomaran estado público, todas estas gestiones fueron temas que se manejaron con mucha reserva y solamente algunos integrantes de la Comisión Pro Universidad las conocían.  Frondizi,  junto a su colaborador en educación, el Prof. Antonio Salonia,  se preocuparon  mucho cuando supieron lo que ocurría ante  lo mencionado por Yoma  y  prometieron dar todo el apoyo. Frondizi  dijo que hablaría con Perón en España para advertirlo de esta situación calamitosa,  pero además le prometió dar a Víctor Yoma la dirección de un hombre que vivía en Roma  y por la afinidad constante con Perón iba a poder ayudar  para conocer básicamente quien sería nombradas  como autoridades del  Ministerio de Educación y cuando se conociera esto de boca de Perón,  se llevaría la inquietud para defender la Universidad de Río Cuarto a los fines de que no sea cerrada.

A los pocos días Víctor Yoma  recibe  los datos del doctor Frondizi y toma nota de los mismos  registrándolos prolijamente  en su agenda: Vía Giulio Aristide Sartorio, 90, Roma,   además toma el código postal y el teléfono 5136260   y pregunta: ¿quién es este señor? : Frondizi le dice  “este señor es el contacto confiable con Perón que lo va a atender a usted y lo va a ayudar cundo lo llame, se llama:  Giancarlo Elia Valori,  y es  su contacto a llamar”. Valori   era un  destacado y muy influyente dirigente empresarial con importante vinculación política y también con el mismo maestro de la logia P2 Licio Gelli.  Valori se ocupó sobre este tema cuando recibe la llamada de Víctor Yoma lo cual narraremos los detalles en la próxima y última entrega.


Walter Bonetto
2 de diciembre de 2015
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