martes, 25 de agosto de 2015

Entrevista al Dr. Miguel Angel Abella

Tuve el grato placer de entrevistar al Doctor Miguel Ángel Abella, profesional y político riocuartense;  nació en esta ciudad el 8 de octubre de 1944, hijo de Miguel Abella y María Amelia Valentinuzzi ,  casado con Mónica Beatriz Alvares,  con quien tuvo tres hijos y son abuelos de tres nietos. Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de esta ciudad  y se graduó de abogado en  la Universidad Nacional del Litoral”. En el año 1963 se afilió  al partido Radical  desempeñándose desde 1971 a 1983 como  presidente de la juventud radical del circuito centro. Fue intendente de la ciudad de Río Cuarto por dos periodos consecutivos entre los años 1983 a 1991, y entre los años 1995 a1999 fue elegido y ocupó el cargo de Senador en la provincia de Córdoba. Un hombre de gran carisma, humildad y  honestidad que trabaja  para el bien común de las personas.





Doctor Miguel Ángel Abella, muy buenos días y muchas gracias por acompañarnos en esta entrevista para la gente de Rio Cuarto.
— Buenos días  Walter Bonetto.  El agradecido soy yo, dada la calidad de la nota determinada precisamente por las grandes actitudes de quien me  hace el reportaje.

Cuando realizo  las entrevistas me interesa ver dos perfiles, el profesional y el personal, por eso comienzo preguntándole: ¿Doctor, cómo fue su niñez en Río Cuarto?
—  Mi niñez en Río Cuarto fue idéntica a la de todos los niños de mi época, todavía no había llegado la televisión, ni podíamos ir al cine, solo podíamos escuchar la radio, jugar al futbol en los tiempos libres, ir al colegio, y hacer los deberes con la custodia de nuestros padres. Tuve una niñez feliz.

¿Sus padres hasta que edad lo acompañaron?
— Ellos me acompañaron siempre, yo digo que en mi caso particular, la presencia de mis padres fue fundamental, porque diría que a pesar de haber sido muy obediente, también tenía mis rebeldías, era un niño travieso.

¿Su padre a que se dedicaba? 
—  Él era comerciante, primero fue viajante de comercio, luego puso un negocio de ferretería industrial y mi madre con conocimientos prácticos de administración era quien administraba desde el punto de vista contable el negocio que había puesto mi padre. Mi padre fue un gran trabajador toda su vida, y mi madre cumplía una triple función, era quien administraba el negocio de mi padre, atendía los quehaceres de la casa y por supuesto controlarnos a mí y a mis hermanos.

¿En el secundario fue un alumno aplicado? 
—  Fui un alumno normal como tantos otros, pero yo diría que al pasar los años fue apareciendo mi vocación política.

¿Cuándo se le prende “la chispita” de querer ser abogado?
—  En realidad en un primer momento pensé en las fuerzas armadas, luego dejé de lado esa idea y pasé a pensar de que las ciencias económicas me atraían, pero finalmente elegí la carrera de abogacía recibiéndome en el año 1972.

¿Cómo abogado trabajó mucho tiempo en Río Cuarto?
— Como abogado trabajé algunos años, luego vino una etapa muy importante  de mi vida, en donde haciendo mi carrera política dentro de la Unión Cívica Radical me presenté y pude llegar a ser  intendente de la ciudad.

¿Su vocación política nace cuando estaba en el secundario?
—  Sí, yo ahí empecé a notar una tendencia. Era un joven, como decía, rebelde, por lo que participe en las tomas de los colegios, me eligieron como representante del curso y eran años en los que me gustaba pararme arriba del banco e improvisar discursos, no para convencer a nadie, sino para expresar mis ideas. Comenzaba a atraerme todo lo público. Cuando me recibo en el secundario, e inicio mi  carrera universitaria me definí como un amante del derecho, y felizmente fue así, me ayudó  mucho el fundamento de la ley.

¿La función como intendente de Río Cuarto Le permitió que tener mucho crecimiento?
 —  Sí, en primer lugar la intendencia da lugar a poder trabajar con la gente, porque a veces en el ámbito político suele verse al hombre en un esquema económico, social, pero por encima de eso está el hombre concreto, con alegrías y tristezas, de carne y hueso.

¿Con que gestión de gobierno municipal está más conforme. Con la primera o la segunda?
 — Yo digo que fue una unidad, teníamos que adaptar el régimen municipal al estado de derecho. Esto tenía una implicancia política, social, económica, y todo era un desafio que asumimos con mucha vocación y responsabilidad

Dentro de su gestión como intendente, ¿Qué fue lo que le hizo “Vibrar el corazón”? 
— Tengo que decir que lo que más me conmovió  fue  haber aprendido a ser humilde. En un momento durante mi primera gestión  tenía muchos problemas, me preguntaba por qué me pasaban esas cosas a mí, en ese mismo momento encuentro a un grupo de muchachos que querían solucionarle el problema a un niño que no podía caminar y necesitaba una ayuda económica para poder tener la operación necesaria para poder caminar. Yo en ese momento le pedí disculpas a Dios, porque me di cuenta que había cosas muy importantes por hacer. Ese niño, gracias a la ayuda que se le pudo dar, pudo caminar. Su padre se acercó a agradecerme y yo le dije que no me agradezca, porque gracias a ese niño me enseño que no debía ser vanidoso, que no debía despotricar ante los problemas que se me presentaban. Y ahí aprendí que un intendente es en muchos casos como un padre de una gran familia. Aprendí mucho del dolor de la gente y trabajé para ayudar.

Ahora hablaremos de su gestión de gobierno: cuénteme cuales fueron sus grandes obras como intendente de Río Cuarto.
Muy sintéticamente: Trabajé  fundamentalmente  para abrir el estado municipal al estado de derecho y adaptarlo  a las instituciones democráticas. En el plano económico salíamos de un gobierno muy centralista, donde había que acomodar las finanzas del gobierno a una nueva situación que era más descentralizada, felizmente pudimos entregar al próximo gobierno una municipalidad sin deudas y con fondos depositados para que se hicieran grandes obras, entre otras el primer polo educativo de la ciudad de Rio Cuarto, y luego la obra pública  en donde se hicieron los desagües pluviales, la obra de gas natural en aproximadamente 400.000 mts. Se pudieron lograr entregar 3.700 viviendas, 900 manzanas de modernización en el alumbrado público.  Le dimos mucha importancia  a la salud pública, para ello es que hicimos grandes inversiones en este ámbito, trabajamos juntos con el hospital, ya que pensábamos que tanto la municipalidad como el hospital no eran contradictorios, sino que se necesitaban mutuamente.

¿Cómo ve actualmente la situación de la provincia de Córdoba, y dentro de la provincia la del radicalismo?
—  Yo creo que la provincia de Córdoba tiene que tener grandes transformaciones, políticas, económicas y sociales, porque las necesita,  tiene que haber un estado que sea auto suficiente, la ejecución presupuestaria debe dejar de dar déficit, porque se conjugan siempre con deuda pública, que las pateamos siempre para adelante. Tenemos que lograr un estado sano, que existan políticas sociales, económicas con fondos frescos, sino la provincia puede llegar a tener grandes problemas. Con respecto a la Unión Cívica Radical, ya todos sabemos que en el año 2001 sufrió una gran crisis, hoy el radicalismo ha empezado a reorganizarse a través de gobiernos municipales, ya tiene más de 130 municipios, tiene que reorganizarse todavía en el ámbito provincial, que está en camino de hacerse y para eso se está trabajando.

¿Cuál es su mirada con respecto al orden nacional en el funcionamiento del país?
— Tengo una mirada similar a la del orden provincial, yo creo que el Estado Nacional tiene que tener una ejecución presupuestaria súper arbitraria, porque cuando el Estado Nacional tiene esa ejecución con déficit, la conjuga de dos modos, con más deudas o con inflación que es lo que estamos padeciendo en la actualidad. Por otra parte debe haber un equilibrio entre la intervención del Estado y el mercado. El mercado sin la regulación del Estado puede provocar grandes injusticias sociales, y el Estado sin la intervención del mercado pierde ese espíritu creativo que tiene la comunidad, ya sean empresas privadas, semi privadas, o en cualquier organización de la comunidad.  Pero por sobre todas las cosas creo que debe haber un proceso de desconcentración del poder, que el Estado Nacional no abarque todo el poder, que lo descentralice a las provincias y municipios.

¿Qué opina del nivel de corrupción actual que tiene el país?
Yo creo que hay una tergiversación en las escalas de valores, la modernidad ha dejado de lado principios fundamentales de toda la vida, ya Leandro Alem decía: “Siento en mi corazón las voces de los padres de la patria que nos reclaman moralizar a la república”.
Si no hay una vigencia plena de la ley no puede haber estado de derecho, también decía Alem: “Siento que es necesario el desarrollo económico, pero si no tiene un contenido ético puede ser desastroso”. Cuando la búsqueda del poder del dinero no tiene estos controles éticos, nace lo que estamos viendo en estos tiempos y es lamentable.  Creo que debe haber una nueva conciencia ciudadana para combatir todo esto.

¿Qué opina de los jóvenes, qué mensaje les dejaría?
El mensaje que les dejaría es que como hombre que tiene 70 años pongo mi esperanza en la juventud. Pero debo reconocer que la veo amenazada por un sistema carente de valores, creo que esto se revela con la participación de los jóvenes. Si sienten que algún día no pueden llegar que vean el camino que recorrieron.

¿Cuántos hijos tiene, doctor?
  —Tengo tres, dos varones y una mujer.

¿Y nietos? 
 — También tres, que son la luz de mi vida, mi gran debilidad.

 Le dejo el último minuto para que nos deje el mensaje que quiera, ya que es una lástima que se nos haya acabado el tiempo. 
—Simplemente decirle que yo he hablado de las cosas buenas, seguramente también he cometido muchos errores, por los que pido disculpas, en lo que me he equivocado no lo he hecho con intención. Pero por encima de todo agradecer al cariño y afecto que recibí de la gente, goberné en un momento muy difícil, pero tuve muy buena respuesta del pueblo y también decirle muchas gracias a Walter Bonetto por esta entrevista.


Walter Bonetto
Julio 2015
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domingo, 16 de agosto de 2015

Ingeniero Agrónomo don Aldo Rudi

 Estamos ahora en  el ciclo de los referentes haciendo una entrevista con otro profesional que se desenvuelve en  nuestro medio  y  la región, quien posee una amplia y destacada  trayectoria por su importante  labor desarrollada. 

Es un honor  hacerle un reportaje al Ingeniero agrónomo Don Aldo Rudi,  quien cuenta con sesenta años de matrícula profesional y de constante trabajo especializado en el rubro.  Egresado en el año 1948 como Bachiller Nacional   del Colegio La Salle de la ciudad de Córdoba. En el año 1956 se graduó  como Ingeniero Agrónomo en la Universidad Nacional de La Plata. 





                                                                                                                                                                                                                "...LA VIDA ES                                                                                                       PRECIOSA, LO QUE HAY                                                                                             QUE HACER ES CULTIVARLA,                                                                                   ES UNA FLOR QUE TIENE PERFUME 

    Y ES BONITA PARA VERLA, 
PERO HAY QUE CUIDARLA"... 



Citamos solamente algunos de sus cargos y funciones vinculadas con su importante y destacada actividad:


Inspector Fitosanitario del Delta del Paraná. Servicio Fitosanitario del Ministerio de Agricultura 
de la Prov. de Buenos Aires.

Socio fundador de AGROVET S.R.L., Organización de Profesionales de Agronomía y Veterinaria.

Socio fundador y director técnico de PANOJA S.R.L., Empresa dedicada a la producción de semillas híbridas y forrajeras. Miembro de la Comisión Forestal de Córdoba.

Socio fundador y presidente del Consorcio para la Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, de Río de los Sauces, Cba.

En diciembre de 1998 se incorpora como Sub-Coordinador al Proyecto Forestal de Desarrollo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

Asesor de innumerables establecimientos agropecuarios y proyectos forestales  de la región y provincias vecinas.


Muy buenos días, es un placer hacer este reportaje a un destacado agrónomo  como es usted ingeniero.

—  Buenos días señor Bonetto  y muchas gracias por su visita.

El agradecido soy yo, la verdad que me impactó su trayectoria, he escuchado algunas de  sus charlas y me di cuenta de su profesionalidad, sus conocimientos  y su preocupación por el medio ambiente, además de su constante y trascendente trabajo profesional.

—  Toda mi vida la he dedicado a esto, así que lo hago con placer.

Ingeniero, voy a comenzar preguntándole ¿Dónde fue su niñez? 
—  Fue en un pueblito muy lindo, en Olaeta, fue uno de los tantos pueblos que se hicieron al haber el nuevo ferrocarril en el año 1900. Era lindo ser niño en Olaeta en aquellos años, teníamos la libertad, no existía el peligro tengo buenos recuerdos de la vida en aquel lugar.

¿Su papá era médico?

—  Sí, así es, recibido en Italia y vino acá en el año 1924, haciendo una residencia conociendo lo típico de la medicina argentina y lo hizo en dos hospitales, donde conoció a un terrateniente de Olaeta, la familia Castagnino, que tenía una estancia muy grande, llamada “La Rosa” y fue este terrateniente quien llevó a mi padre a Olaeta ya que necesitaban  un médico. En la zona no había ninguno, por lo tanto atendió a toda la región y fue una figura muy conocida.

¿Cuántos hermanos eran?

—  Yo fui único hijo y no me pude criar mucho al lado de mi mamá, ya que en Olaeta había solo primer y segundo grado, por lo que mi papá buscó un colegio, el “Lasalle” en Córdoba, allí fui hasta sexto año, por lo que estuve diez años lejos de mi familia.

¿Fue duro para usted estar alejado de su familia?

—  Los primeros años fueron muy novedosos para mí, pero al tercer año ya empecé a sentir un gran dolor  por haberme alejado  de mis padres y de mi pueblo.

¿Cómo despierta su inquietud por la agronomía?

— Los tiempos en mi casa desde mi infancia era compartir con mi padre, ya que el consultorio estaba en la misma casa; para entrar debía pasar por la sala de espera en donde ahí  conocí a todos los chacareros y gente del pueblo que concurrían al consultorio. Me integré muchísimo con toda la gente de ese lugar, gente muy buena y trabajadora. En esa época había enfermedades muy graves, como el tifus, cuando aparecían estos casos, si era posible mi padre me mandaba a alguna chacra o  estancia conocida unos diez o  quince días para estar lejos de algún posible foco de contagio, por eso pasé mucho tiempo al lado de productores emblemáticos. Todas las experiencias que viví con estas personas me ayudaron a llevar a cabo mi vocación.

Ingeniero, ¿usted llevó a cabo sus estudios en la universidad de La Plata?

— Así es, en ese tiempo había dos universidades para estudiar agronomía, yo  cuando estaba en cuarto año me escribía con el Secretario de la Universidad de La Plata, ya sabía cuáles eran las materias y me tenía que decidir por cuál de las universidades seguir, elegí La Plata ya que para la gente de campo como era yo, era más fácil adaptarse.

¿En qué año egresa de Ingeniero agrónomo? 

— En el año 1954, en este momento tengo 60 años de matricula profesional.

¿Cuándo se recibe viene directamente a su región o está en otro lugar?

— Primero me anoté en una oportunidad que había en La Plata como inspector fitosanitario y había un ministro que renovó todo el departamento con gente nueva, que no había trabajado en otro lado, y por supuesto que tuviese un buen currículo estudiantil. Yo entré al Delta del Paraná. Cuando me estaba por recibir tuve que hacer el servicio militar, haciéndolo con dos años de prórroga, me quedaba una sola materia. Cuando terminó el servicio vuelvo a Olaeta y le cuento a mi padre que me habían otorgado varias becas y que me quedaba una materia para recibirme, pero si la rendía perdía automáticamente el beneficio de las becas porque era solo para estudiantes, una de ellas constaba en trabajar en un aquareturn en la Isla Victoria, por lo tanto le pedí ayuda a mi padre y estuve allí un año lo que fue para mí una gran experiencia.

Usted ha trabajado y trabaja mucho en lo que es forestación, ¿Cómo está el sistema forestal de la provincia, se ha degradado últimamente con los incendios, hay algún plan de gobierno que apoye a la forestación, o estamos en decadencia? 

— Sí, lamentablemente estamos en decadencia, si bien  la provincia tiene una gran vocación forestal el objetivo no fue mantenido. En el año 1958 teníamos una importante  ley forestal, muchos años después se perfeccionó con otra ley con mas respaldo técnico y jurídico que contempla a una gran cantidad de beneficios incentivando a la forestación, pero ahí fallamos  no se mantuvo el objetivo, hemos perdido a un instituto forestal nacional porque nuestros ministros de economía quieren manejar todo, sean del partido que sean y así las cosas no funcionan faltó entendimiento entre la nación y la provincia y lo que hizo  uno lo cambió el otro, o no lo continuó.

¿Cree que el problema de los incendios forestales se pueden prevenir?

— Sin ninguna  duda que se pueden prevenir. Debo decir que hemos progresado muchísimo con respecto al control de incendios, pero falta la didáctica, enseñar, saber qué hacer y esto lamentablemente no se ha logrado totalmente, nos falta mucho.

¿Qué opina de la degradación del río Cuarto, cree que va a haber una salvación con respecto a la contaminación de nuestro río? 

   Es preocupante. Nosotros trabajamos y  tenemos un proyecto para presentar en estos días en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Río Cuarto. La Asociación de Ingenieros Agrónomos tiene muy en claro lo que es el agua, conocemos como se debe  manejar  el agua, y entendemos que el balance hídrico de un cultivo es fundamental. Hay que realizar un proyecto de tratamiento y lo estamos proponiendo con la “laguna facultativa”  conservando el agua que tiene un valor muy importante, tratando de que el agua contaminada no vuelva al río que es lo que se debe lograr.  Cuando yo era chico Río Cuarto tenía un orgullo que lo palpé cuando mi profesor me dijo: “Usted que  es  de Río Cuarto debe saber lo fantástico que es tomar el agua del río por gravedad, filtrarla, llevarla al tanque, repartirla, y luego las cloacas por gravedad comienzan el tratamiento”. Era una obra de ingeniería ejemplar y admirable lo que teníamos en Río Cuarto que lamentablemente ahora ha decaído.

¿Cuál es su opinión sobre los transgénicos? 

Es ciencia e ignorancia. La diferencia es que antes la naranja (por un decir) salía de la planta, de la naturaleza, ahora la maneja el hombre y así infinidad de cultivos  pero hay ciencia detrás de esto.

¿Cuántos hijos tiene ingeniero?

— Tengo un hijo varón, y una hija que está casada en Venado Tuerto, con tres niños, que los disfruto mucho.

¿Qué les diría a los jóvenes? 

 — Que la vida es preciosa, lo que hay que hacer es cultivarla, es una flor que tiene perfume y es bonita para verla, pero hay que cuidarla, primero hay que cuidar su salud y tener su disciplina y hacer cosas que le sirvan y le gusten a uno, porque cuando alguien hace algo que le gusta es una locomotora que no para. Y que sepan que vivimos en un país que está lleno de oportunidades, nuestra región sobre todo. Y deben tener claro un objetivo que es el de cuidar el agua.

Muchas gracias Ingeniero Don Aldo Rudi

Agosto 2015

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Muchas gracias  Ingeniero 

sábado, 8 de agosto de 2015

Entrevista al poeta y escritor Héctor Forcade

Héctor Fourcade

Hombre de Río Cuarto con un cariño muy especial a su ciudad, la describió en versos  y recorrió su historia. Verdadero poeta lugareño que trabaja constantemente con la poesía  autor de muchos libros. Pone pasión  en sus poemas y los trasmite con el corazón abierto, enseña  la poesía de un modo singular logrando la emoción profunda de muchos de sus lectores. Recita sus poesías  y conmueve, despierta inquietudes y sorprende.  Sus poemas hablan de la vida, del amor, de la esperanza, de la amistad, del trabajo y de la belleza.

Trasmite valores  y enseña a comprender el porqué de la poesía  como el arte de sublime para expresar lo más profundo e indescifrable,  así despliega su melancolía interior y la comparte como poeta.   Autor del Manual del Poeta y responsable de distintos talleres literarios de la ciudad y la región en donde constantemente trasmite sus conocimientos.   Fue un importante empresario industrial  y fue Presidente de la Cámara de la industria.  Dirigió  por muchos años las páginas  del Diario Puntal  vinculadas con la poesía.    Autor  editor de la publicación “El Decidor;  productor y conductor del programa de radio “Las dos plumas”. Recibió importantes premios por su obra  y fue galardonado en el año 2010 con el premio “Juan Filloy”  por su labor poética.  Organizó   junto a otros miembros  la “Sociedad de Escritores de  Río Cuarto” SER, de la cual es el presidente.

 Héctor, muy buenas tardes, es un placer estar aquí contigo.
  — Buenas tardes, muchas gracias por la entrevista, haciendo referencia a tu dicho de “poeta mayor” te digo que debo ser uno de los poetas más grandes de edad que quedan.
De alguna manera y aunque uno no lo pretenda, la poesía está incorporada en la personalidad, en el espíritu, el alma del escritor. Siempre digo que quien quiera conocerme que lea, porque no he tenido ningún cuidado, no he respetado al lector, le he contado como me late el corazón, la posibilidad de mostrarme completamente desnudo. Si a alguien le sirve lo que he sentido y lo que siento, bienvenido sea.

¿Cómo nace en Héctor Fourcade la inclinación por la poesía y desde que edad?
 — Creo que esto viene conmigo, tengo una poesía escrita de puño y letra de la madre de mi papá que le escribió a mi hermana mayor, su primera nieta.
Con mis hermanos nos escondíamos detrás del sillón grande de casa para escuchar a mi papá decirle poemas de amor a mi mamá. Éramos diez  hermanos y mi papá nos decía que podíamos leer todos los libros que queramos menos los de un sector, pícaramente fuimos a leer a ese sector, donde estaba lleno de poesías. También recuerdo que una niña en la primaria me escribió en un papel: “¿Me amas?” y yo conteste: “Te amo porque existes y aun si no existieras te amaría, quiero tanto tu amor como quiero a la vida, que si tu no me amaras moriría”.  De manera que puedo decir que desde niño tengo esta inclinación por la poesía.

¿Tu escuela primaria estaba en Rio Cuarto?
 — Sí, fui a la escuela Normal. En tercer grado, tuve una excelente maestra, fue ahí que empezó a mostrarse mi vena.

¿Tu primer amor a que edad?
   A los dieciséis  años. Fue un amor espectacular, los primeros versos que escribí fueron para ese primer amor.

¿En el secundario, como siguió tu vida?
 — Tuve un profesor de literatura donde nos hizo ver hasta Góngora. Después ya cuando fui más grande me atrapó la vida, me casé, tuve hijos, tuve que trabajar y cumplir con el papel de “macho proveedor” que esta sociedad machista exige, donde ya no tenía más tiempo para escribir, de igual manera siempre tuve presente la lectura.

¿Cómo fue tu adolescencia?
 — Fue muy interesante, íbamos al campo en vacaciones, donde cada uno tenía su propio caballo. La familia Fourcade es una familia de los señorones de aquella época en Rio Cuarto, fundador de la Sociedad Rural, una familia con muchas hectáreas, muchas vacas, pero muchos hijos también, lo que hizo que la herencia no pasara a dos generaciones, por lo que tuve que pelear la vida desde joven. Siempre hice lo que me gustó hacer, tengo que agradecerle a Dios, en todos los ámbitos pude hacer lo que me gustaba.

Volviendo a la poesía, te he oído decir que a la poesía  no hay que explicarla ¿Cómo es eso?
 — Lo primero que digo, si hay que explicar el poema, no sirve. Y si el poema no conmueve, no sirve. Son dos cosas fundamentales. Porque si no se atrapa al lector, si no le corre el frio por la medula no tiene mucho sentido, lo mismo pasa con la literatura en general.
Alguien dijo que al poema hay que construirlo de tal manera  que una vez hecho si se le saca una palabra el poema se desmorona, y esto es tan cierto que cada palabra es imprescindible. La poesía es tan pura, tan concreta que no permite que haya palabras que estén de más.

Entiendo que  poeta es una persona que debe tener mucha sensibilidad y mucha observación.
 — Así es, deberían ser dos cosas que formen parte de la personalidad de un poeta.
En los talleres explico y les hago hacer ejercicios: salga a la calle y observe, piense en que estará pensando la señora que pasa por la calle. Veamos caer la hoja del árbol en otoño de una manera diferente. Con respecto a la sensibilidad es ahí donde puede diferenciar a las personas, ser sensible puede ser un don natural y también se debe ejercitar.

¿Tu referente en poesía quien fue?
   Fueron los clásicos desde el principio, la poesía española ni hablar. Y tengo a un argentino que es Leopoldo Lugones, cuando uno lo lee encuentra todo lo que se necesita, con respecto a la observación, la sensibilidad.

¿Seguís escribiendo permanente?
   Sí, absolutamente, no tanto como quisiera porque vuelvo a tener responsabilidades como adulto mayor que me lleva muchas horas.

Cumplió diez  años una revista que es una publicación tuya, ¿fue una gran satisfacción?
   Absolutamente, una de las cosas más lindas de los últimos tiempos, usted en una de las notas que me envió me dijo que he escrito más de tres mil  páginas, la verdad que no me había dado cuenta que en diez años las había escrito. La revista cumple una parte importantísima de esta misión que me he impuesto de hacer gustar la poesía. Esta revista, “El Decidor”, ha perdurado más de diez años, es la revista más antigua y que más ha durado en el espacio riocuartense, dada la característica cultural que tiene.

¿Cuántos libros tienes escritos hasta ahora?
   Diez libros de autoría propia, de los cuales una es una novela (Fue una atrevimiento mío escribirla, pero quería darme el gusto), cuatro o cinco son poemarios completos cada uno con una temática particular y doce en coautoría.

¿Sos un hombre de fe, Héctor?
 — Sí, soy un hombre de fe. También descubrí que la fe no es racional, esto de filosofar, y buscar en la teología razones lógicas para las respuestas a las grandes preguntas; es una tarea que no llega a respuestas concretas, porque la fe no es razonable, se la tiene gracias a Dios o no se la tiene, pese a que la mayoría de los científicos terminan de rodillas ante la magnitud del infinito del universo, ante esas cosas que nuestra limitada mente no le encuentra razonamiento y las otras que ya son filosóficas que estamos haciendo acá, el sentido que tiene la vida. Yo creo que la fe en Dios da sentido y objeto a la vida.

¿Qué opinas del Papa Francisco?
  Es un profeta, me parece que viene en un momento oportuno, en el momento que más se necesita que alguien hable, necesitamos una forma de entendernos los hombres, de entender la riqueza, la distribución, las responsabilidades para con el otro.

¿Qué opinas de la juventud?
 — Tendría que ser maravillosa  y en gran medida lo es, pero también observo que es uno de los graves problemas que tenemos, estoy yendo a las escuelas secundarias a dar charlas sobre la poesía y realmente con las preguntas que me hacen me doy cuenta que esta desorientada, están desinteresados, no les preocupa, no tienen interés por el futuro, les faltan valores, están entretenidos o los están entreteniendo con otra cosa. El sistema los está entreteniendo con la Play Station, el teléfono, los whatsapp, el sistema te permite conectarte a través del teléfono y  tener mil amigos pero hay mucho vacío de conocimiento en ellos.  

¿Y de la corrupción?
   Me tiene muy mal, me tiene enfermo, la injusticia  se ha incrementado, esta magnitud del robo, de faltarle el respeto a la gente para obtener más riqueza.  Me preocupa la injusticia de que queden sin pagar sus culpas, yo creo que el que roba debe vivir preso, por supuesto no estoy de acuerdo con la pena de muerte, me parece que el sistema  se ha relajado tanto en esta cuestión, que los mismos jóvenes no creen en la política. Pienso que la corrupción es uno de los flagelos más serios de estos tiempos, porque nadie cree en la virtud del que administra.


¿Qué es Río Cuarto para vos?
   Como  patria es la tierra donde se ha nacido, patria es la tierra donde se ha sufrido, y es mi patria, con todo lo que la palabra tiene de padre. Gracias a la ley de la territoriedad de las embajadas soy riocuartense,  pese a que yo nací en la Ciudad de Villa Mercedes, en la casa que era el lugar donde estaba radicada la feria “ascendados riocuartenses” que eran los pioneros de aquella Sociedad Rural originaria. Nací en un lugar de bandera riocuartense, por lo tanto me considero riocuartense.  Aquí crecí, aquí me desarrolle, aquí tuve y tengo mis amores, mis nueve hijos, mis doce nietos, eso hace que las raíces estén profundamente ligadas a esta tierra.


Héctor, ¿Cuál es tu hobby?
 —En este  momento es escribir y leer. También toco el piano, la música es importante para mí.


¿Fuiste empresario también?
   Otra parte poética de mi vida, sí,  y fui muy adinerado también. Nunca entendí a alguien que se sienta detrás de un escritorio esperando que la gente entre a comprar, no podría estar jamás. Siempre salí a buscar los negocios, por eso fui industrial, y siempre inquieto, buscando donde estaba el producto. He viajado por el mundo aprendiendo y estudiando. Gracias a Dios pude hacerlo, exportaba a 17 países del mundo productos de electrónica fabricados en Río Cuarto por mi empresa. La caída de ese proceso industrial fue tal vez un error mío, en aquella época los industriales compraban campo, yo compraba máquinas para producir más, llegué a tener 68 empleados. Ese periodo de mi vida fue muy importante, pero como en todas las cosas de este país, hay imponderables y algunas imposibilidades que no dependen de uno.

¿Tenés enemigos?
   No sé si enemigos, si sé que alguna cosquilla he hecho en la vida, esta actitud mía de disfrutar de la exposición no es bien vista por muchos, pero me recuesto y me defiendo diciéndote que la envidia no perdona, aunque sea el homenaje que la mediocridad le ofrece al merito.

¿Cómo ves a los escritores de Rio Cuarto?
 — Creo que son muchos, hay algunos muy buenos, están sufriendo una realidad que es no recibir el apoyo de nadie para hacer conocer sus producciones porque el sistema de las editoriales hace que no todos tengan la posibilidad de editar sus libros. Ese negocio está preparado para ellos, para los libreros y las editoriales, el escritor es el menos beneficiado en ese sistema y cae entonces a la edición del autor. En busca de una solución a esto que estoy planteando, es que nació la SER (Sociedad de Escritores Riocuartenses) exclusivamente para hacer conocer las producciones literarias de nuestros escritores y ayudarlos con sus ediciones. La SER tuvo un gran éxito, antes de ella  había como un silencio que gritara y tuvimos una respuesta inmediata de la gente. Fue algo muy interesante y contagioso.

Bueno Héctor hemos llegado al final de esta entrevista, te dejo el último minuto para que cierres con lo que quieras.
   Bueno te deseo contar  que estoy escribiendo mis memorias, ya tiene título se llama “Bis a Bis” —cara a cara conmigo mismo—, y realmente yo mismo me admiro de todo lo que he pasado en mi vida, han pasado muchas cosas en mi vida y estoy agradecido. Bueno ahora  como poeta me corresponde terminar esta nota con un poema.

“Ya no, ya no soy quien antes fui,
 ya no voy, tan solo vengo,
 los años que ya no tengo son los años que viví,
solo queda lo que di,
Dios conoce en qué medida
y al darme la despedida que se la puedan decir
que no me importó  morir, pues gaste en vivir la vida”


Gracias Héctor  Fourcade

WB Julio 2015