domingo, 20 de marzo de 2016

La ruta del dinero “K” y el compromiso de una nación "Que Dios y la patria lo demanden"

Esto es una tenebrosa novela que protagonizan periodistas y funcionarios del gobierno pasado la cual llena de asombro a millones de ciudadanos. Los apasionados kichneristas se sienten terriblemente molestos que se acusen de esa manera a sus “grandes ídolos de la década ganada”, mientras que los opositores pujan constantemente para que se le caiga la máscara a los corruptos y que paguen ante la justicia por sus ladroneos, además son muchos los que piensan que esa corrupción tenía su máxima expresión y hasta era conducida desde el Poder Ejecutivo Nacional, lo que no deja de ser una situación lamentable y peligrosa, de ahí en más todas las acusaciones y conjeturas cobran una dimensión sideral, escandalizan al país y avergüenzan a la gente honesta del gobierno que se fue, como también avergüenzan a millones de ciudadanos de honestidad y de trabajo que cada día de su vida luchan para lograr una patria mejor. Ante esta situación y ante tremendas acusaciones, la ex presidente nada declara ni dice, así termina como aceptando las mimas, lo que torna más caótico el panorama; quizás proceda de esta manera por sentirse culpable de gran parte de estos males y saberse que está en decadencia extrema, con un peronismo tradicional que no la apoya, con un cristinismo que está en peligrosa agonía ; con su vanguardia juvenil que era la Campora la cual está en plena crisis y rechazo constante por gran parte del pueblo y del mismo movimientoperonista, por lo tanto Cristina es una perdedora y la herencia nacional que dejó para nada es buena, hace agua por todos lados, cada día gran parte del pueblo se da cuenta que su gestión si bien conquistó algunos objetivos interesantes, dejó mucho que desear y lo que más afecta en el caso de esta situación son las tremendas y graves acusaciones de corrupción en su gobierno con filmaciones que también demuestran el embolsado de gran cantidad de dólares y euros en un ambiente totalmente ilícito en donde claramente se sospecha que no había manera de que fuese manejado si no era con el conocimiento del gobierno y la indiferencia de la justicia. . Salvar esta situación tan promiscua políticamente, sería que la ex funcionaria saliera a gritar: que son mentiras lo de Lázaro Báez, lo del enriquecimiento ilícito, lo de los hoteles, lo cual lamentablemente no ocurre. Así se observa una suma de escándalos vergonzosos de una gestión presidencial, tal es el caso reciente por los 8.000 millones de pesos que evadió en impuestos el empresario y amigo de los Kirchner, Cristóbal López. Y también cuando se conocen los videos de la financiera La Rosadita, donde Martín Báez, hijo de otro amigo del poder K –Lázaro Báez, dueño de Austral Construcciones- cuenta millones de dólares que presumen ciertamente de origen ilegal. Concretamente nadie puede resultar tan impune. Excepto que se “robe para la corona”. Si llegamos a entender qué lo que nos pasó a los argentinos, nos damos cuenta que esto es una tragedia de grandes proporciones, porque cuando las autoridades no dan el ejemplo y permiten o provocan la corrupción, los valores de la sociedad se tornan absolutamente revertidos y esto compromete altamente al futuro de la nación y al porvenir de sus habitantes, en donde también nos damos cuenta de que no hay reservas morales de gran parte de nuestros gobernantes, porque caso contrario no podría ocurrir una situación tan desastrosa. Es fundamental por estos días lo que haga la justicia. La sociedad que aún cree en esta patria, precisa ver que este poder actúe; que despierte y ataque a la corrupción venga de donde venga, dado que como se presenta por estos tiempos nos está arruinando el futuro, lo cual no es justo y el gran estallido de la misma fue y es “La ruta del dinero “K” una ruta y una acción tenebrosa en donde personas inescrupulosas subidas al carro del poder tratan de manipular todas las acciones necesarias para lograr su mayor objetivo que ciertamente no es “El Bien Común” tal cono juraron en la Constitución , al contrario, es alimentar su codicia y sus ambiciones desmedidas, enriquecerse en el orden personal junto a su entorno familiar a costa de los impuestos del pueblo. Una situación verdaderamente vergonzosa de la que el país debe escapar urgente si es que quiere salvar a la república. Para este escape los argentinos precisamos a la justicia, es ella la que nos puede salvar si actúa de manera urgente poniendo en la cárcel a todos los ladrones que no han tenido la grandeza suficiente de ser patriotas y faltaron a la cita que les brindo con su voto el pueblo. Por lo tanto a todos los funcionarios corruptos “Dios y la Patria los deben demandar”, Así Argentina podrá florecer. Walter Bonetto 20 de marzo 2016 http://walterbonettoescritor.blogspot.com walterbonettoescritor@gmail.com Twiter: @walterbonetto Página de Facebook de Walter Bonetto

martes, 8 de marzo de 2016

Camino a la república

Argentina está lejos de vivir la realidad tan ansiada que le permita ser un país asentado y trascendente, más de treinta  años de democracia pasaron casi inadvertidos porque no fueron suficiente para consolidar a la nación sobre un sendereo justo y seguro que le permita transitar sobre el porvenir serio y responsable. Todos los gobiernos de las últimas décadas se matan para decir “su verdad a media”,  pero están muy distantes de la realidad que precisa el país para superar sus enormes dificultades.

Por más que lo quieran negar los que se fueron, en la actualidad tenemos  un país con la cuarta parte de su población en pobreza, las economías regionales quebradas; un déficit fiscal abrumador que en el primer semestre del año anterior alcanzó  los cien mil millones de pesos lo que  es una exageración  como nunca existió en Argentina y lo convierte en un déficit superior al 7% comparado con el PBI; una inflación demoledora y constante que viene carcomiendo los salarios desde hace años ; caídas de       las  reservas del Banco Central, crisis energética, alta emisión monetaria,  trabajo en negro y falta de trabajo para millones de ciudadano. Muchos  políticos de la gestión anterior, a pesar de haber perdido las elecciones, continúan pregonando  su carrusel de mentiras y trampas  declarando “que ellos fueron los mejores” con lo  cual, además de haber perdido la vergüenza,    siguen enlutando a la nación sin tener la grandeza y la humildad de callarse. Por otro  lado  hay políticos nuevos que prometen “pobreza cero”,   pero en menos de cien días de gobierno aumentaron dos veces los combustibles,  lo que hace que el costo de la canasta básica siga trepando  incansablemente  multiplicándose la inflación y provocando estampidas de precios.

 Así conviven una serie de incoherencias que desalientan a gran  parte de la sociedad y la  torna  cada  día más incrédula.  Ante este panorama  vemos y soportamos un diagnostico lamentable y  preocupante  para nuestro país y si a este desquicio  económico le sumamos la catástrofe jurídica vinculada a los episodios actuales que a  diario son denunciados por la prensa, nos damos cuenta que el panorama es poco alentador.
 La falta de claridad que demostró el gobierno anterior con el caso de la muerte del fiscal Nisman a pesar del tiempo transcurrido, da una sensación de inseguridad y desasosiego; las  acusaciones abrumadoras sobre el lavado de dinero y la construcción de hoteles por parte de la familia presidencial en Santa Cruz; la venta de dólares a término  por el Banco Central, el negociado de cunas de bebes, y tantas causas más, van inflando un globo tan peligroso e impredecible que puede explotar en cualquier momento con  consecuencias fatales para la sociedad y son muchos los argentinos que nos preguntamos ¿Qué clase de gobernantes hemos tenido? ,
Indudablemente acontecen estos males porque nuestro país tomó    el camino equivocado y se apartó de la seriedad y del progreso austero,  entró equivocadamente  por una variante populista  como lo hicieron otros países de la región y todos, sin excepción,  fueron anclando su camino al porvenir pujante   permitiendo el crecimiento de la desorganización y la corrupción  a niveles inaceptables  e insostenibles.

Esta corrupción se observa incrementada  claramente entre otras cosas, en el mal manejo de la obra pública, en el negociado escandaloso de la venta de dólares a futuro por el Banco Central;  en el nombramiento indiscriminado  de personal en el estado; en la decadencia de áreas que antes estaban organizadas; en el enriquecimiento de muchos funcionarios; en el incremento de la inseguridad y la drogadicción; en usar el gobierno y  fondos públicos  para hacer militancia partidista. Todo esto es un conjunto de situaciones anormales  que provocaron nuestra gran decadencia.

Argentina precisa recuperarse y tomar el sendero de la seriedad y la organización esto le permitirá reencontrarse con la república. Los argentinos hoy más que nunca precisamos la República y si nuestros gobernantes desvían  el camino  “Que Dios y La Patria lo demanden” porque así lo juraron y así debe ser,  para respeto de millones de ciudadanos  ansiosos  de vivir en una nación seria y con futuro prometedor para las nuevas generaciones.

         
Walter Bonetto
7 de marzo de 2016
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