lunes, 30 de enero de 2017

El Coronel Mansilla y el Indio Linconao

El Coronel Lucio Mansilla llega a Río Cuarto en diciembre de 1969, siendo designado por el Presidente Sarmiento, como “Comandante de la Frontera Sur”. Su objetivo era trasladar la frontera al Río Quinto, pero también buscaba trabajar para lograr la paz con los pueblos aborígenes y conocer sus costumbres y territorios.
Así fue como convocó a un grupo de caciques a la comandancia de Río Cuarto y los instaló en carpas muy cerca del río en un brazo del arroyo el bañado. Pasaron varios días de charlas y negociaciones y estos indios fueron espantados por un brote de viruela que aparentemente ya traían consigo.
Lincomao era un capitanejo de unos 22 años, hermano del cacique Ramón, vigoroso, de rostro simpático, con intenciones amigables, pero que lamentablemente fue atacado por la viruela. La mayoría de aquellos indios dispararon del lugar pero Linconao permaneció ahí, tirado en su carpa, como esperando la muerte.
Enterado el Coronel Mansilla, pidió que los trasladaran a la comandancia para darle atención médica, pero madie quiso cumplir la orden por miedo al contagio. El mismo Mansilla fue, levantó en sus brazos a Linconao, lo cargo en una carretilla y lo trajo consigo para hacerle dar atención médica y con esmero cuido del mismo, lo cual con las semanas resultó favorable y lo pudo hacer curar de la viruela.
El gesto de Mansilla fue considerado de heroico para todos los caciques y ganó gran parte del respeto que sentian por él, lo que normalmente decían: “Ese Coronel Mansilla ser un hermano nuestro, ser un cristiano toro”

Walter Bonetto
15-1-2017

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