sábado, 1 de abril de 2017

Día de la memoria, la verdad y la justicia

Días pasados se conmemoró el “Día de La Memoria” lo cual es alentador el respeto y el recuerdo haciendo un homenaje intimo o público a todas aquellas personas que fueron injustamente secuestradas, que perdieron la vida y que se les privo de su libertad.

Tremenda barbaridad que cometió un estado enfermo y con falta de grandeza republicana, eso fue la gran tormenta, la gran miseria que nos ocurrió a los argentinos y que abrió más la herida de nación que ahora muchos la llaman “la grieta”. Muchos son los distraídos de esta realidad, pero “de la verdadera realidad”, y no lo que hacen ver los grupos apasionados ideológicamente que es una realidad incierta.

Por otro lado lo que no está bien es que se tome políticamente este acontecimiento en donde en la actualidad grupos de izquierda quieren reivindicar una situación lamentable, porque debemos recordar que la guerrilla revolucionaria, no fue inocente de todo lo ocurrido y también le segó la vida a más de setecientas personas entre los cuales había mujeres y niños a quienes también se los debe respetar y recordar pero lamentablemente no ocurre. Ellos también reclaman “memoria, verdad y justicia”.

El día de la memoria toma como fecha de referencia el golpe militar de 1976 el cual fue desastroso, pero también fueron desastrosas: la caída del Presidente Irigoyen, apoyada en gran medida por una virulencia estudiantil que integraba la agrupación de los “Legionarios de Mayo”, creada por el general golpista José Felix Uriburu, que derrocó con el apoyo de gran parte del pueblo a un presidente constitucional como Hipólito Irigoyen, convirtiéndose este vergonzoso hecho como el mazazo demoledor de la república que sepultó a todas las instituciones.

El golpe militar del 76 al igual que el golpe militar de 1930 y del 55, estuvieron apoyados por gran parte de la ciudadanía y no fueron solamente las Fuerzas Armadas, la prueba está en cómo las mismas eran vivadas y saludadas desde veredas y balcones cuando iban rumbo a la casa de gobierno para echar al presidente, a dos días después de aquel lamentable golpe la Plaza de Mayo estaba colmada de argentinos que aplaudían al general Uriburu, y este no se privó en tomar juramento al pueblo que ocupaba de manera apretada aquel lugar y calles adyacentes. A la república se la pisoteaba constantemente y derrocar a un presidente funcionaba en nuestro país como un “método aprobado” lo que funcionó por medio siglo.
Vale la pena recordar que fueron varios los intelectuales argentinos que el 19 de mayo de 1976 almorzaban con el Presidente de facto de la nación, General Jorge Rafael Videla y que a la salida de aquel almuerzo declaraban ante la prensa con palabras muy elogiosas dirigidas al gobernante militar y lo consideraban como “el salvador de la república”; en definitiva apoyaban al golpe.

También fue un golpe la revolución del 55, (la libertadora); los derrocamiento de Frondizi y de Ilia. Todo esto ocurría en un país cómplice, distraído, indiferente y esto ocurría y ocurre hasta el día de hoy porque los argentinos carecemos de “memoria”, nos falta poder visualizar correctamente la “verdad” y ejercer inadecuadamente “la justicia”.

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