domingo, 28 de mayo de 2017

El maltrato a nuestros aborigenes

Es indudable que al repasar nuestra historia nos encontramos con sucesos que nos asombran y nos llenan de vergüenza. El territorio que ahora es Argentina, antes de la colonización española estaba habitado en casi todas sus latitudes por distintas tribus que lo poblaban. También cuando Cristóbal Colón llegó a América había encontrado que estos lugares del nuevo mundo, estaban habitados por indios, por lo tanto existe un derecho trascendental de que las tierras de América en gran medida les pertenecían.
Los españoles con su conquista no respetaron en absoluto esta situación, tampoco lo hicieron los portugueses. En general los europeos avasallaron estas latitudes y cuando tuvieron posibilidad y cegados por la ambición del poder y la avaricia sometieron a los pueblos originarios sin miramientos y extrajeron todas s riquezas posibles.

La codicia por el oro y la plata marcaba sus grandes miserias y así es como no dudaron en someter y despojar a aquellos pueblos de sus culturas, lenguas y tradiciones, sin respetar sus formas de vida. Pero el hecho más doloroso y perturbador y del cual no siempre tenemos la debida atención, es que cuando España se fue, quienes sucedieron a los conquistadores fueron más perversos aún. En el caso de Argentina se da claramente esta situación y se encuentran matanzas de pueblos originarios que a pesar de no ser difundidas ni adecuadamente registrada por la historia causan estupor y tristeza.

Hay muchos episodios de matanzas de indios antes del año 1900 y posterior al mismo también: Para citar solamente algunas de ellas podemos decir que en 1903 en la localidad de Springhill en Tierra del Fuego, un hecho terrible y lamentable ocurrió para la navidad de ese año, cuando estancieros del lugar envenenaron con carne de ballena a centenares de indios. Para cometer esta terrible miseria invitaron toda una tribu vecina a “festejar la nochebuena” y así incautos los aborígenes concurrieron a la cita, ahí envenenaron a más de quinientos nativos en donde había mujeres y niños.

Otra matanza terrible se da en 1905 cuando las autoridades convocan en la playa de Santo Domingo a una tribu de Onas, para firmar un tratado de paz y amistad. En este caso los invitaron a un banquete pero en el momento de servir la mesa los acribillaron a balazos, asesinando a 300 integrantes de esa etnia, incluido a niños.

Estos hechos tan terribles no se dieron solamente en el sur de Argentina, ocurrieron en muchas partes de nuestro territorio. También podemos mencionar que en el año 1924 doscientos tobas fueron fusilados por la policía al rebelarse en contra de algunos estancieros de la provincia del Chaco, dado que reclamaban mejores salarios por sus trabajos en la talas de bosques, donde generalmente eran explotados con rigurosidad. Sin contemplación fueron fusilados y muchos ancianos, mujeres y niños degollados para no gastar balas.
El método se repitió en la provincia de Formosa en el año 1947 cuando la Gendarmería Nacional desaloja de un asentamiento, persigue y fusila a quinientos aborígenes de la etnia Pilaga que vivían en indigencia y semi esclavitud.

Estos se presentaron en protesta, luego de haber sido estafados por el dueño del ingenio San Martín, Robustiano Patrón Costas, quien se negó a pagarle los jornales prometidos luego de haberlos hecho trabajar. En este caso reclamaban jornales que les permitiera comer dignamente.
El gobierno nacional enterado a medias de esta situación, que era muy grave, hizo llegar tres vagones con alimentos pero los mismos cuando llegaron a destino fueron intencionalmente ocultados por muchos días y entregados cuando esos alimentos se encontraban en estado de putrefacción y otros fueron rociados con DDT. Ante el hambre desesperante, fueron ingeridos parte de los mismos y provocó muertes a mansalva. Esta situación hizo que los caciques se reunieran con el comandante de gendarmería quien reunió a toda la etnia en un claro del monte cercano “para dialogar” y cuando ahí estaban ordenó abrir fuego con las ametralladoras ocultas entre las plantas provocando la gran matanza a un pueblo indefenso y atrapando a quienes con su desesperación y salvándose de las balas pudieron escapar al bosque para que no quedaran testigos.

Este asesinato masivo aunque muy poco difundido, fue conocido como la “Masacre de Rincón Bomba” el cual recientemente en octubre de 2005 es denunciado por descendientes de aquella tribu e iniciada una demanda al estado nacional por una acción criminal de lesa humanidad, diríamos de vergüenza nacional.

Otro episodio, también poco conocido y difundido sucedió en la provincia de Córdoba, más precisamente en Punta del Sauce (actual Carlota), cuando el comandante de aquel presidio hizo invitar a una tribu de indios cercana para “jugar a la Chueca” y envió indicaciones que vinieran con sus chinas y sin lanzas. Ocurrió que cuando estos incautos estuvieron presentes, aparecieron los soldados con armas y ataron cruelmente a los aborígenes que a punta de fusil encerraron y ataron en un corral provocando inmediatamente el degüello de todos ellos, incluido mujeres y niños que habían caído en la trampa. Luego los apilaron sobre leños y les prendieron fuego.

Fue esta nuestra conducta llena de tremendas falencias y vergüenzas que si bien son puntos disimulados en nuestra historia, porque así se los quisieron mantener, están presentes dado que se mantienen inmutable en el tiempo y aun llenan de congoja, por eso también existen nuestras grandes divisiones que algún día deberán ser superadas con grandeza y responsabilidad en donde el hombre deje de ser tan peligroso y demuestre ser más culto y civilizado.


Walter Bonetto
28-5-2017