viernes, 27 de octubre de 2017

Ganó La República

La república es la casa grande que nos debe cobijar y proteger a todos, el trabajo de cada ciudadano es imprescindible para hacernos crecer en libertad y seguridad. La labor de sus gobernantes es tan fundamental, que si la conducta de estos se desvía  se pierde de inmediato la búsqueda del “bien común” y se van desmembrando paulatinamente todas las organizaciones responsables de mantener las instituciones y la democracia.

Es que la democracia es libertad y esta tiene un precio y un sacrificio  con el cual todos debemos contribuir, especialmente nuestros gobernantes, cosa que no siempre se ve en la práctica.
Gran parte de los desmedidos apasionamientos políticos terminan agravándose en el plano de lo social cuando no se quieren observar los errores con la humildad y entereza que la función pública exige para optimizar el sistema. Es así como en muchos casos la soberbia va dominando a los protagonistas y estos se encierran con una absoluta arrogancia   la que perjudica enormemente la función de gobierno.

Es esto un mal contagioso que se propala  como una gran mancha en donde todo lo contamina y lo pervierte, cosa que lamentablemente ocurre en la Argentina actual al observar la conducta altanera e incorrecta de muchos gobernantes que critican lo que ellos no fueron capaces de hacer en su momento.

La sociedad argentina se siente con dolor  por la falta de cordura y responsabilidad de gran parte de sus políticos que no obran a la  altura de las circunstancias y terminan condenando el futuro de una nación prospera y seria.

Uno de los más grandes y terribles males que afecta a nuestro país es “la corrupción” y especialmente la corrupción en los círculos del gobierno que echa por tierra todo principio de convivencia sana.
Repasando nuestra historia siempre se vieron en este país hechos de corrupción,  pero el nivel escandaloso que alcanzó en las últimas décadas se torna inaceptable y puede traer consecuencias fatales para la nación.

Es posible que con la caída del gobierno que precedió al actual, esté apareciendo una bisagra  que nos puede llevar a un cambio fundamental  hacia nuestro futuro, que es lo que los ciudadanos decentes esperan con ansiedad.

Lo terrible de todo esto es que quienes están acusados de corrupción con pruebas contundentes  no aceptan sus horrores cometidos y terminan manifestando que son “perseguidos políticos”. Estos aumentaron en gran cantidad asemejándose a una corporación para delinquir  y pretender hacer entender al pueblo “que está bien lo que hacen”

Verdaderamente es una vergüenza  este accionar irresponsable y cómplice con el delito  el cual en algún momento se tendrá que sanear, caso contrario nuestra decadencia será brutal y el futuro de la república incierto y desesperado, además  el futuro de las nuevas generaciones altamente comprometido porque vivimos en un país en donde se roban todo.  

Todo esto gran parte de la sociedad lo percibe,  por eso el triunfo contundente  del  partido Cambiemos, en las elecciones recientes y debemos entender claramente que muchos de los que le votaron en esta última elección favoreciendo  este triunfo  eran kichneristas y por eso es que ganó la república  porque la sociedad sensata, trabajadora, honesta y con amor al futuro no tiene que mostrarse con un desmedido apasionamiento político partidista y debe castigar al corrupto más allá del signo político que represente. 

Hay muchas evidencias de actitudes corruptas en las últimas décadas: Construcción casas en “Sueños Compartidos”; la compra de trenes a España y Portugal; la tragedia de 11;  la causa de obras viales pagadas y no construidas; los hoteles Los Sauses; la muerte de un fiscal de la nación en situación sospechosa;  la ruta del dinero K y tantas más,  todo provocan situaciones escandalosas que irritan a la sociedad y así observamos que la ex presidenta de la nacion está imputada en varios casos de corrupción, vinculados a Lázaro Báez y Cristóbal López. En la causa del dólar futuro está procesada, mientras que el actual presidente tiene un expediente abierto vinculado a los Panamá Papers, son todos estos manejos que no hablan bien de una gestión y se crea una gran desconfianza y desmerecimiento sobre los gobernantes.

Tampoco habla bien de una gestión, la negativa de la ex presidente de no entregar en el Congreso de la Nación la banda presidencial  al nuevo jefe de estado y negarle el saludo al actual vencedor  de la provincia de Buenos Aires en estas últimas elecciones. Es esta una situación mezquina  y con  absoluta  falta de grandeza  provocada por una gran arrogancia que vinculada a innumerables sucesos repetidos de una conducta incorrecta.

Lamentablemente estas situaciones llenas de impertinencia es la que la llevó a  la enorme pérdida de votos  y produjo  hartazgo a gran parte de los ciudadanos, fragmentando a un importante partido político de la nación. Sumado a esto, cada declaración ante los medios formula   críticas destructivas hacia el nuevo gobierno,  mostrándose con falsedades y mentiras que  “su gestión fue mejor”  cuando se la puede analizar como calamitosa, lo que se convierte en una verdadera lástima  porque estas actitudes demuestran claramente “que el patriota faltó a la cita”.

Walter Bonetto

27-10-2007